
La familia es el principal apoyo para las personas mayores en situación de dependencia. El cuidado de un familiar con Alzheimer u otro tipo de demencia es un hecho para el que nadie está preparado. Contar con un apoyo adecuado ayuda a prevenir la aparición de síntomas físicos y psicológicos relacionados con la situación vital a la que se enfrenta la persona cuidadora. Esta sintomatología caracterizada por ansiedad, depresión y estrés crónico es lo que se conoce como síndrome de sobrecarga del cuidador o del cuidador «quemado».
La persona cuidadora debe concienciarse a que su cuidado es tan importante como el de la persona dependiente.
El perfil de la persona cuidadora suele ser, en su mayoría, mujeres con una relación de parentesco con la persona en situación de dependencia. El cuidado de una persona dependiente implica un cambio radical en la vida de la persona que está a su cuidado afectando a nivel laboral, personal y social.
El mero hecho de cuidar de otra persona implica una serie de exigencias que pueden perjudicar la salud del cuidador por la sobrecarga de trabajo y por la sensación de pérdida de un ser querido. Ante esto, algunas señales de sobrecarga son:
- Agotamiento físico y mental.
- Insomnio, ansiedad y depresión.
- Necesidad de abandonar el mundo laboral.
- Reducción o abandono del tiempo de ocio.
- Disminución de las relaciones sociales y familiares, aislamiento.
- Desinterés por el cuidado personal.
- Irritabilidad.
Es muy importante la gestión del tiempo, organizar las tareas por orden de prioridad, apuntar las cosas importantes en algún calendario, descansar entre tareas, delegar y pedir ayuda a otros familiares.
La persona cuidadora debe concienciarse a que su cuidado es tan importante como el de la persona dependiente, por lo que debe dedicar tiempo a sí mismo este hecho suele ocasionar sentimientos de culpabilidad al pensar que se está comportando de una manera egoísta. Nada más lejos de la realidad ya que practicar el autocuidado mejorará la efectividad de las tareas a realizar con la persona dependiente.
Algunas claves para cuidarse serían: comer sano, descansar, hacer ejercicio, retomar las aficiones habituales, quedar con los amigos…
En Initia sabemos de la importancia de cuidarse para poder cuidar y por ellos organizamos una serie de talleres formativos donde facilitamos claves para prevenir el desgaste y ofrecemos técnicas de gestión de tiempo, autocuidado y cuidado de la persona dependiente.
Publicado por: Pilar Pérez Ruiz
Psicóloga experta en neuropsicología y demencias